noviembre 08, 2009

Multinacionales, transnacionales, deslocalizaciones, inmigración y mercados de trabajo.

  1. Las desregulaciones de los mercados, aplicando las políticas impuestas por los grupos de poder (transnacionales, multinacionales, organismos mundiales):

La desregularización de los mercados apostando por la inversión extranjera, ha ido precedida de la eliminación de trabas a la entrada y salida de capitales, con lo cual los Estados pierden sino toda su capacidad reguladora, aquella que determina orientar los flujos económicos bien con políticas monetaristas (control del gasto), bien con políticas que actúen sobre el ingreso.

Las privatizaciones de los servicios públicos esenciales para las poblaciones (agua, gas, electricidad, telecomunicaciones), más la privatización del sistema financiero, cediendo su explotación a las transnacionales, significa la inversión de la relación social: lo económico (la lógica económica) orienta la sociabilidad o dicho de otra forma, la política desaparece. Si las soluciones son técnicas, estas están naturalizadas y por lo tanto la voluntad humana, social, política, no puede hacer nada.

Este fenómeno vivido con diferentes matices en todos los rincones del planeta, en los países empobrecidos, bien del área de América Latina, bien del africa subsahariana, tiene las siguientes particularidades:

  • Tradición de ejecución de profundas reformas estructurales sin la participación democrática.

  • Estrecha relación entre los actores políticos gobernantes y las grandes empresas exportadoras.

  • Agudas desigualdades sociales y corrupción como una característica estructural de las respectivas economías nacionales.

  • Desintegración y debilitamiento de los actores sociales tradicionales (partidos, sindicatos).

Los intereses de las grandes corporaciones mundiales tienen en las instituciones internacionales nacidas en Bretón Brow (y no olvidemos impulsadas por la socialdemocracia, siendo J.M.Keynes su impulsor) BM y FMI y con posterioridad el BID, los más directos impulsores de este proceso y sus políticas de "ayuda y crédito", van encaminadas en este sentido1. Es decir, las políticas impuestas por estos Organismos, constituyen el verdadero gobierno de los pueblos latinoamericanos, negando y violando cualquier voluntad democrática de los ciudadanos y ciudadanas de esos países.

El triunfo del mercado y de la lógica económica liberalizadora conduce a la racionalidad, aunque desde nuestros conceptos de la sociabilidad, denominemos la misma como barbarie. La racionalidad es él "sálvese quien pueda" porque el mercado genera los mecanismos suficientes para que cada persona persiguiendo sus intereses egoístas, se consiga la sociabilidad (A. Smith).

La barbarie es que al desaparecer la sociedad entendida en un sentido aristotélico, la bipolarización de dicha sociedad entre ricos y pobres, incluidos y excluidos crece a un ritmo exponencial haciendo desaparecer el colchón amortiguador de la denominada en los países ricos la "propiedad social o Estado de Bienestar". Las fracturas y las desigualdades, así como las vertebraciones, son una consecuencia, no la causa del problema.

El problema además es que crece al unísono con las desigualdades, el imaginario del miedo, la inseguridad, las victimas se convierten en verdugos, y la lucha es entre los de abajo por negarse a no seguir en los espacios sociales, económicos y políticos de los incluidos (caso argentino2).

La privatizaciones, las desregulaciones, etc. Si sirven a un modelo de crecimiento específico, el capitalista, por eso decir que dichas privatizaciones son un robo, al transferir a los ricos la propiedad de los pobres, no es sino mostrar una de las consecuencias, pero no nos sirve en términos estratégicos para interrumpir la lógica económica, ni destruir su racionalidad.


2. Deslocalizaciones, inmigración del capital e inmigración de cientos de miles de personas empobrecida:

En el análisis de este "nuevo-viejo" fenómeno de la migración del capital, tenemos que partir de la paradoja central de la producción-distribución en el capitalismo.

Por un lado, la urgencia del capital hacia incrementos añadidos de productividad, da lugar al nacimiento de un aparato de una sofisticación tecnológica considerable que vuelve la producción de riqueza material esencialmente independiente del gasto de trabajo humano directo.

Lo anterior, abre la posibilidad de reducciones a gran escala del tiempo de trabajo socialmente necesario y produce transformaciones fundamentales en la naturaleza y en la organización social del trabajo.

Pero a pesar de esa producción-distribución tecnológicamente sofisticada y la huida del trabajo manual, no significa una liberación del trabajo fragmentado y repetitivo de la mayoría de los individuos. De igual manera el tiempo de trabajo no se ve reducido en un nivel social general, sino que resulta distribuido desigualmente, inclusive incrementándose para muchas personas (lo que sucede en los países destinatarios de las migraciones del capital e incluso en los primeros mundos, donde los asalariados invierten más tiempo de trabajo para obtener rentas suficientes comparativas a otros momentos históricos).

La mundialización (globalización de las economías), fomenta el aumento de los flujos comerciales, lo cual se manifiesta en la cada vez mayor importancia de los intercambios de componentes y del comercio intraindustrial.

Los nuevos ajustes en las estructuras productivas en los diferentes países, permiten que las ventajas comparativas se internacionalicen y aumenten las ganancias en términos de eficiencia y productividad. Las posibilidades de crecimiento para las economías se amplifican. Los flujos monetarios y la virtualización de las economías las hace desligarse de sus vínculos materiales y así, dependen cada vez en mayor medida de las innovaciones tecnológicas.

La mayor movilidad del capital y su transnacionalización dan lugar a una asignación más eficiente del ahorro mundial y provoca el deterioro de las condiciones de trabajo tanto en los países centrales como en los empobrecidos o "en desarrollo", con la consecuencia añadida ya comentada, el resquebrajamiento del poder sindical.

Nos encontramos en un escenario en el que los precios a la baja es la tónica general (eficiencia en el ahorro mundial), cuando lo que se busca es acaparar una porción mayor de los consumidores. Si los precios bajan, también lo hará la rentabilidad del capital en cierta medida, a no ser que las ventas se desborden –no suele ocurrir-, o a no ser que los costes de producción se reduzcan.

Y sin fronteras de por medio ni límites legislativos en la economía globalizada, la mejor manera de reducir los costes laborales es trasladándose allá donde la mano de obra sea intensiva y barata, la tecnología suficiente, la jornada de 12 a 14 horas y los sindicatos o la fuerza contractual de los/as trabajadores/as, no exista o se encuentre muy debilitada.

Las empresas multinacionales se están volviendo más fuertes que los propios estados nacionales. Por lo general estas corporaciones internacionales resultan inmunes a los controles democráticos lo cual limita las acciones de los gobiernos nacionales. Según NNUU más de la mitad del comercio mundial proviene de empresas multinacionales y más de un tercio de este comercio se compone de transferencias de bienes entre distintas ramas de la misma multinacional. Nos encontramos que, dos tercios de las transacciones internacionales en bienes y servicios combinados dependen de las operaciones de empresas multinacionales.

El movimiento de capital, cada vez más libre y con mano de obra cada vez más precarizada y vulnerable, permite a las corporaciones transferir la producción sin tener en cuenta las fronteras nacionales.

La Comisión Europea a través del Reglamento General sobre el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y Fondo Social Europeo (Fse) y Fondo de Cohesión, ha introducido un nuevo artículo, el 51 en el citado Reglamento donde se señala que el Estado correspondiente debe asegurarse de que las ayudas a una empresa sirven para coofinanciar un proyecto que no sufre modificaciones importantes, en un plazo de siete años.

Entre las modificaciones, se incluye el cese de la actividad productiva, total o parcial, derivada de un traslado a otro país. En estos casos la Comisión requerirá a las empresas la devolución de los fondos recibidos.

  1. ¿Dónde situar la acción sindical? Y, ¿sólo sindical?

En este contexto de liberalismo y desregulación; de competencia sin límites entre zonas, regiones, países, bloques, trabajadores del primer mundo compitiendo con los de los otros mundos… no resulta ni sencillo ni fácil situar la acción sindical-social.

La migración de los capitales, hoy redenominados "deslocalización de empresas", han sido un hecho a lo largo de los doscientos años de existencia del capitalismo. Lo novedoso del efecto deslocalización es el marco político global (mundialización de la economía) existente. Que las empresas han ido y vienen, que desplazan producciones intra-fábricas, con independencia de en qué lugar del mundo se encuentren en función de la lógica del máximo beneficio, no nos dice mucho si de lo que tratamos es de comprender por qué este efecto perjudica seriamente no sólo a los trabajadores de los países centrales sino al conjunto de los salariados.

La nueva organización del trabajo –que ya hemos explicado con anterioridad- requiere y hace posible obtener ganancias al capital de manera y forma bastante diferente al modelo anterior. Varios factores –entre otros-, lo explican: la desaparición del estatuto protector del trabajo y la ausencia de límites –regulación- en el movimiento de capitales. Aquí se cierra el nudo gordiano a la hora de enfrentarnos a las deslocalizaciones.

Algunas estrategias sindicales para frenar las deslocalizaciones (ejemplo práctico es el caso de los sindicatos del metal alemanes, IGC y de los españoles, CC.OO y UGT, en el sector de automovilismo), los cuales basan su estrategia sindical en la aceptación de o bien la rebaja de los salario o bien la intensificación en sus ritmos de trabajo y la flexibilización del tiempo de trabajo. Considerar que estas estrategias resuelven el problema de la mayoría social es considerar que la aceptación de la lógica del capitalismo en la actual economía mundo, es la solución. Es decir, adoptar las medidas más racionales que requiere la economía para seguir posibilitando el crecimiento de la misma, el cual nos "garantiza" el trabajo asalariado y/o las prestaciones de renta en los casos de desempleo.

Estas estrategias se mueven en la lógica del capital pues crean las condiciones para competir en costes y desaparece la necesidad de la deslocalización de forma coyuntural hasta que cualquier otro elemento productivo (organización, tecnología, etc.) posibilite una mayor porción de ganancia (elevar su tasa de ganancia) en el sector y entonces se vayan. Este es el juego, la lógica "inmutable" del capital. Seguramente los salariados de los países destinatarios de las deslocalizaciones tengan visiones "materiales" radicalmente opuestas, pues sus expectativas de mejoramiento del precio de su mano de obra y de las posibilidades de empleo, se han ido al traste con el pacto por cuatro años.

Medidas como la adoptada por la Comisión Europea que hemos señalado más adelante, se encuentran en esta vía.

Frenar las reordenaciones de los mercados de trabajo por cualesquiera que sean las vías que el capitalismo utiliza (Expedientes de Regulación de Empleo, despidos individuales, externalizaciones, deslocalizaciones, etc.), requiere de una voluntad sindical y política capaz de enfrentarse a la lógica del mercado capitalista o dicho de otra manera, que las relaciones sociales que conforman y en las cuales se sustentan las relaciones salariales, tienen que ser bastantes diferentes.

La estrategia sindical tiene que ser capaz, no sólo de mostrar la gravedad de unas políticas que en nombre de la competitividad y el libre mercado destruyen cualquier relación social basada en el respeto por la democracia y los derechos colectivos –de todos y todas- y la libertad, sino que además, tiene que actuar, desplegando fuerza suficiente como para interrumpir esta barbarie.

Hoy se nos hace necesario dar respuesta a esta nueva ofensiva del capitalismo globalizado. Respuesta que cada vez en mayor medida debe ser internacional y solidaria ya que el estatuto protector del trabajo tiene que ser para todos y todas.

Desde CGT tenemos que ser muy claros: queremos trabajos para todos y todas y en todos los sitios. Queremos y peleamos porque las condiciones de ese trabajo se desarrollen de forma equivalente (jornadas, salarios, derechos sindicales, derechos políticos, derechos sociales, etc.) y se respete el estatuto protector del trabajo de forma internacional.

Nuestro sindicato no puede actuar en la lógica de la segmentación y la flexibilización de los modelos productivos, pues aumentaríamos y seríamos corresponsales de incrementar la división del mundo entre zonas de integración (empleo estable, empleo con derechos y empleo con bienestar) y zonas de vulnerabilidad y desafiliación social, qué cada vez se amplían más.

Desiderio Martín - CGT

1 El secretario ejecutivo de la Comisión Económica para AL y el Caribe, José A, Ocampo declaraba acerca de la intervención del FMI en la crisis Argentina: "el FMI está haciéndolo todo mal...además de faltarle flexibilidad tiene una visión incorrecta de la crisis y lo que está es agravando la recesión...si en lugar de ayudar a un país en crisis se le obliga a renegociar sus deudas, el nivel de riesgo aumentará. Además tras la negociación, este país tendrá problemas de acceso al crédito y no podrá recuperarse".

2 Las clases medias argentinas han sido no sólo consentidoras en tanto en cuanto sólo han sido clases comprometidas con su patrimonio, sino que son corresponsables de que hoy en Argentina existan más de 19 millones de personas pobres (más del 50% de la población), los servicios esenciales no estén cubiertos, se pase hambre, falten elementos esenciales como los medicamentos y la sociedad carezcan de casi todos los derechos fundamentales y todo ello en nombre de la economía de libre mercado a mayor gloria de Repsol, Telefónica, BBVA, BSCH, SHELL, FMI, BM, BID, etc.

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